Sordera neurosensorial

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Sordera neurosensorial

Sordera neurosensorial

Sordera neurosensorial, sordera nerviosa, hipoacusia neurosensorial, hipoacusia adquirida o hipoacusia inducida por ruidos es la pérdida auditiva que ocurre por daño al oído interno, al nervio que va del oído al cerebro (nervio auditivo) o al cerebro.

Consideraciones

Los síntomas pueden abarcar:

  • Ciertos sonidos parecen demasiado fuertes
  • Dificultad para seguir conversaciones cuando dos o más personas están hablando
  • Dificultad para escuchar en áreas ruidosas
  • Mayor facilidad para oír las voces de hombres que las voces de mujeres
  • Dificultad para diferenciar sonidos chillones (como “s” o “th”) entre si
  • Las voces de otras personas suenan como murmullos o mal articuladas
  • Problemas para oír cuando hay un ruido de fondo

Otros síntomas abarcan:

  • Sensación de estar perdiendo el equilibrio o mareado (más común con la enfermedad de Meniere y los neuromas acústicos)
  • Sonido de campaneo o zumbido en los oídos (tinnitus)

Causas de: Sordera neurosensorial

La parte interna del oído contiene células pilosas diminutas (terminaciones nerviosas), las cuales transforman los sonidos en señales eléctricas. Los nervios llevan luego estas señales al cerebro.

La hipoacusia neurosensorial es causada por el daño a estas células especiales o a las fibras nerviosas en el oído interno. Algunas veces, la hipoacusia es causada por el daño al nervio que lleva las señales al cerebro.

La sordera neurosensorial puede estar presente en el nacimiento (congénita), con mayor frecuencia debido a:

  • Síndromes genéticos
  • Infecciones que la madre le transmite a su bebé en el útero (toxoplasmosis, rubéola, herpes)

La hipoacusia neurosensorial puede presentarse en niños o adultos posteriormente en la vida (adquirida) como resultado de:

  • Hipoacusia relacionada con la edad (presbiacusia).
  • Enfermedad de los vasos sanguíneos.
  • Enfermedad inmunitaria.
  • Infecciones, tales como meningitis, paperas, escarlatina y sarampión.
  • Lesión.
  • Ruidos o sonidos fuertes o sonidos fuertes que duran mucho tiempo.
  • Enfermedad de Meniere.
  • Tumor, como el neuroma acústico.
  • Uso de ciertos medicamentos.
  • Trabajar en torno a ruidos fuertes todos los días.

En algunos casos, la causa se desconoce.

El tratamiento se enfoca en mejorar la audición. Lo siguiente puede ser útil:

  • Audífonos
  • Amplificadores telefónicos y otros dispositivos de ayuda
  • Lenguaje de señas (para quienes padecen hipoacusia grave)
  • Lectura del lenguaje (como lectura de labios y uso de señales visuales para ayudar a la comunicación)

Se puede recomendar un implante coclear para ciertas personas con hipoacusia muy grave. La cirugía se hace para colocar el implante. El implante hace que los sonidos parezcan más fuertes, pero no restaura la audición normal.

 

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