16 Jun Amigdalectomía
¿Qué son las amígdalas y la amigdalitis?
Las amígdalas son masas de tejido ubicadas a ambos lados de la garganta. Las amígdalas retienen las bacterias y los virus nocivos que entran por la garganta, además de ayudarnos a luchar contra las infecciones.
La amigdalitis ocurre cuando las amígdalas se infectan con estas bacterias o virus. Pueden ponerse rojas e inflamadas o bien cubrirse de una secreción blanca o amarilla. Otros síntomas de amigdalitis pueden incluir:
- dolor de garganta,
- dolor y molestias al tragar,
- fiebre,
- voz ronca y
- ganglios linfáticos del cuello inflamados.
Las amígdalas engrosadas son normales en algunas personas, de modo que a veces no basta con sólo mirarlas para saber si están o no infectadas. Si sospechas que puedes padecer amigdalitis, lo mejor que puedes hacer es ir al médico. Él te examinará y tal vez solicite que te hagan algunos análisis para determinar la causa del problema.
¿Qué es la amigdalectomía?
La amigdalectomía es la extracción de las amígdalas con una cirugía. Debido a la eficacia de los antibióticos, la cirugía ha dejado de ser el tratamiento habitual de la amigdalitis, como ocurría en el pasado. Es posible que, a la larga, las amígdalas engrosadas o inflamadas se acaben encogiendo por sí solas sin necesidad de extirparlas.
De todos modos, en algunas circunstancias, un médico puede recomendar extirpar las amígdalas; por ejemplo, si una persona padece amigdalitis recurrentes o si la inflamación de las amígdalas provoca dificultad para respirar o tragar. Cuando esta dificultad hace que una persona deje de respirar durante el sueño nocturno, recibe el nombre de apnea obstructiva del sueño. Quienes padecen esta afección suelen estar cansados y fatigados durante el día.
Qué ocurre durante una amigdalectomía
Por sencillo que sea el procedimiento, las cirugías pueden asustar bastante. Si te tienes que someter a una amigdalectomía pregúntale al médico qué puedes esperar. Los cirujanos utilizan diferentes técnicas para extirpar las amígdalas. El médico te dará a conocer los detalles del procedimiento que practicará.
Durante la amigdalectomía, los cirujanos extirpan las amígdalas en un quirófano utilizando anestesia general. El cirujano extraerá las amígdalas a través de la boca sin cortar la piel. Una vez finalizada la intervención, el paciente es enviado a la sala de recuperación en donde se despertará. En la mayoría de los casos, el tiempo total de permanencia en el hospital oscila entre cinco y diez horas, pero algunas personas deben pasar la noche en el hospital.
El período de recuperación de una amigdalectomía es de aproximadamente una semana, o más. Durante este período, tendrás la garganta dolorida, lo que puede hacer que te resulte molesto comer y beber.
En la amigdalectomía tradicional, las amígdalas se extirpaban por completo. Recientemente se ha desarrollado una nueva técnica denominada amigdalectomía intracapsular (parcial), que en muchos casos funciona tan bien como la amigdalectomía total. Consiste en extirpar el tejido inflamado de las amígdalas, dejando una fina capa de tejido a fin de proteger los músculos de la garganta. Consecuentemente, la recuperación es mucho más rápida porque la mayoría de los pacientes sienten menos dolor, no es preciso administrar tantos analgésicos y no se experimentan tantas molestias al comer o beber.
Sin embargo, la amigdalectomía intracapsular tiene algunas desventajas. Puesto que se deja sin extirpar una parte del tejido de las amígdalas, existe una cierta probabilidad, aunque baja, de que el tejido se vuelva a inflamar y a infectar. Si esto sucede, será necesario volver a realizar una cirugía. De todos modos, el riesgo de que esto ocurra es sumamente bajo.
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